¿Dónde están las setas serranas primaverales? Pequeña guía para elegir sus zonas de búsqueda


Hace ya algún tiempo que en PuraSierra tratamos el tema de la elección de las zonas de búsqueda concretas para cada tipo de seta. El artículo se titulaba exactamente igual que este, pero referido a las setas otoñales. En el mismo ya dijimos que quedaba pendiente otro, pero acerca de las setas con tendencia a salir en primavera. Ahora es un buen momento, con esa estación ya muy cerca, aunque tal y como va el año parece que ya llevamos días o semanas instalados en ella.

La zona PuraSierra es setera por excelencia, y en primavera no se queda atrás. Los aficionados podemos disfrutar en esta época de muchísimas especies, en mayor o menor medida, según venga la temporada. Es cierto que en otoño tanto el número de variedades como su abundancia suele ser mayor, pero no lo es menos que algunas de las que pueden verse en estos meses, y difícilmente o nunca en otoño, son sumamente apreciadas, tanto en por sus propiedades naturales como por las gastronómicas, o, por qué no decirlo, también por las económicas. Hoy día, con lo muchísimo que se ha popularizado el mundo de las setas, muchísima gente conoce las exquisitas setas de cardo, los perrechicos, desmesuradamente valorados en ciertas zonas, las carísimas colmenillas, o, incluso, los cada vez más famosos marzuelos, primeros hongos en eclosionar tras los más fríos días invernales.

Es conveniente que quien quiera tener una visión más completa de la selección del terreno en el que buscar cada especie lea el artículo referido (¿Dónde están las setas serranas otoñales? Pequeña guía para elegir sus zonas de búsqueda). Aunque aquí se repetirán los conceptos más importantes, en el mismo se desarrollan más.

No vamos a recordar aquí, puesto que son prácticamente del dominio público y figuran en infinidad de sitios en Internet, las normas básicas para la búsqueda y recogida de setas. Sí nos gustaría insistir en el cumplimiento de las mismas. No hacerlo es una falta de respeto a la naturaleza y, directamente, a los habitantes de la nuestra zona. Todos podemos disfrutar de esta, ver las setas, aprender a conocer su mágico mundo, degustarlas y dejar todo como estaba antes de que llegáramos.

Los artículos de PuraSierra en los que se ha tratado algún tema micológico son los siguientes:
Las generalidades de las que se habla en todos ellos son perfectamente válidas para las especies que vamos a tratar en este. Estas son justamente las mismas que aparecen en el cuarto de los referidos, que también describe setas primaverales.

En PuraSierra, no nos cansaremos de repetirlo, sabemos que las setas forman un mundo mágico. Tal vez la magia es intrínseca a su existencia o tal vez la citamos porque todo lo que la ciencia no ha estudiado por completo nos provoca esa sensación. Seguramente lo primero es cierto y, rotundamente, lo segundo lo es. Nos queda muchísimo por avanzar en esa rama del saber. En todo caso, y esto es lo importante, en el mundo de las setas es muy arriesgado hacer afirmaciones tajantes. Todas ellas deben considerarse prendidas con alfileres y hay que entender que, en micología, lo que se da como cierto, en realidad corresponde a una tendencia.

Lo mismo que en el artículo sobre las zonas de las setas otoñales, a la hora de analizar estas 16 variedades lo vamos a hacer desde un punto de vista diferente al de muchas guías de campo. La caracterización de cada una de ellas puede encontrarse fácilmente en cientos de publicaciones escritas y páginas en Internet. Las hay formidables tanto entre las primeras como entre las segundas.

Ese punto de vista pasa mucho más por analizar el entorno natural en el que se desarrolla cada seta que por estudiar sus propias características intrínsecas. Las conclusiones que vamos a obtener de esta forma nos van a permitir responder a la pregunta inicial planteada.

A partir de aquí, y por ser información muy relevante en el contexto de este artículo, transcribimos casi textualmente unos párrafos del ya citado anteriormente y de título ¿Dónde están las setas serranas otoñales? Pequeña guía para elegir sus zonas de búsqueda.

Sobre el terreno, en el campo, hay dos cosas inmediatas que todos observamos. Se trata, dejando de lado al reino animal, del que los humanos formamos parte, de observar lo que vemos del vegetal y del mineral. Sea cual sea el punto serrano en el que estemos, interpretar adecuadamente esa percepción es conocer qué podemos esperar y, sobre todo, qué no vamos a encontrar, en lo que se refiere a las especies de setas que por allí afloren.

Vamos a abordar la respuesta, entonces, desde ambos puntos de vista, es decir, según la percepción vegetal del terreno y también según la mineral. Empezaremos por esta última, dejando para desarrollar en un próximo artículo de PuraSierra la correspondiente a la observación de la flora arbórea.

Como siempre, en PuraSierra no nos va a importar perder algo de rigor científico si con ello conseguimos claridad en la exposición. Lo primero que hay que saber es que entre los factores que diferencian unos suelos de otros es muy importante la acidez y que esta se mide con el famoso pH. Para no entrar en jardines innecesarios, diremos simplemente que la medida de acidez nos lleva a ocuparnos de suelos ácidos (con acidez alta) y de suelos básicos (lo contrario).

Es a partir de estos conceptos dónde suele surgir una pequeña ensalada de palabras que en muchas ocasiones enreda al aficionado hasta confundirlo. Vamos a tratar de aclarar gran parte de los términos que habitualmente se emplean para hablar de estos dos tipos de suelo y de las cosas que sobre los mismos podemos ver, tanto minerales como vegetales o de otro tipo.

Los suelos ácidos son también llamados suelos silíceos. Sobre los mismos encontraremos rocas con gran contenido en sílice como son el granito, la cuarcita, la arenisca o la pizarra.

Los suelos básicos son también llamados suelos calizoscalcáreos o alcalinos. Las rocas que veremos sobre los mismos son las de tipo calizo como la calcita o la dolomía.

Conviene revisar el artículo Geología serrana práctica. El relieve kárstico, dominador de nuestros paisajes en el que se explica que en la zona PuraSierra predominan suelos calizos, con acidez baja. En el mismo incluso se dan unas breves pinceladas sobre la ubicación geográfica de diferentes áreas serranas tanto calizas como silíceas.

Es muy importante saber que dos paisajes rocosos como los que acabamos de definir no son compatibles, en el sentido de que en un área reducida es seguro que no convivirán minerales de los dos grupos descritos. Por lo tanto, el tipo de roca que vemos en un momento dado ya nos debe dar una idea de si estamos sobre terreno ácido básico.

Tan importante como esto es la vegetación que nos rodea. Un pino albar (vimos sus características en el artículo El pino albar, rey de las alturas) no nos va a aportar información en este sentido porque es indiferente edáfico (la edafología es la rama de la ciencia que se ocupa de estudiar los suelos en relación a su entorno mineral y vegetal), es decir, capaz de crecer en tanto en terreno silíceo como calizo. Sin embargo, no ocurre lo mismo con otro tipo de plantas.

Las especies que solo se desarrollan sobre suelos ácidos se denominan acidófilas. A nuestros efectos añadiremos la palabra silicícolas como sinónimo de esta última. Las que únicamente lo hacen sobre suelos básicos reciben el nombre de basófilas. De la misma manera que antes, consideraremos calcícolas como otra forma de referirse a las mismas.

Es manifiesta la incompatibilidad de ambos tipos de plantas. Si vemos las de un tipo sobre el terreno, no podemos ver las del otro. Por ello es importante conocer las más características entre ellas. Citaremos, en este sentido, dos de las más conocidas y fáciles de ver. Como planta basófila muy común en nuestras sierras hay que considerar el boj (al cual dedicamos en PuraSierra el artículo El boj, la planta amiga: Características, usos y toponimia). Del otro lado podemos considerar la jara pringosa como muy representativa de las plantas acidófilas. A ella nos referimos en el artículo Chequilla, una escondida joya serrana que hay que conocer en el cual hablábamos de este maravilloso rincón de la parte "ácida" de la zona PuraSierra. Otra especie de jara común en estas tierras es la estepa, que da origen a zonas conocidas como estepares, cuyo nombre, tanto en singular como en plural, es muy abundante en la toponimia serrana.

Veamos un resumen de los conceptos introducidos y comprobemos que es bastante fácil tener claros los mismos:

Suelos ácidos (o silíceos)
Rocas: Granito, cuarcita, arenisca, pizarra
Plantas acidófilas (o silicícolas): Jara pringosa, estepa
Suelos básicos (calizos, calcáreos o alcalinos)
Rocas: Calcita, dolomía
Plantas basófilas (o calcícolas): Boj

Es decir, si vemos granitocuarcitaareniscapizarra jara (pringosa o estepa) estamos en un terreno ácido. Si vemos calcitadolomía boj pisamos suelo básico. Así de simple.

Una vez aclarados todos estos términos, veamos las fotografías de las 16 setas citadas, ordenadas alfabéticamente por su nombre científico. Como en anteriores ocasiones, la mejor forma de hacerlo es aprovechar la característica Lightbox del Blog. Consiste simplemente en presionar una vez el botón izquierdo del ratón o dispositivo señalizador tras haber posicionado el cursor sobre cualquier fotografía. El efecto será que dicha fotografía se ampliará, apareciendo todas las demás en miniatura. Presionando cualquiera de ellas, la original será sustituida por la nueva. También puede avanzarse de foto en foto a base de apretar botones.

Se han preparado las fotos de manera que incluyen, impresos sobre las mismas, varios datos por cada especie. De esta forma se hace muy cómodo consultarlas. Mientras se observa la fotografía, en el mismo vistazo se pueden percibir los siguientes pormenores:
  1. En la esquina superior izquierda de la fotografía figura el nombre científico de la especie. Entre paréntesis (si existen) se incluyen los nombres comunes propios de nuestra zona o de uso muy común en castellano.

  2. En la esquina superior derecha hay una alusión a la comestibilidad de la especie. Puede ser comestible, tóxica, mortal o precisar algún tipo de aclaración. En el caso de las comestibles, no nos manifestamos en su calidad culinaria.

  3. En la esquina inferior izquierda figura el término municipal de la zona PuraSierra en que fue efectuada la fotografía (o recolectada la correspondiente especie si la toma fue hecha en otro sitio). Algunas fotografías no están hechas en nuestra zona y este dato, por lo tanto, no se incluye.
Debajo de ciertas imágenes figura alguna anotación referente a las mismas. Gran parte de ellas ya fueron publicadas en el artículo Treinta setas serranas que hay que conocer de PuraSierra. Este hecho no lo indicaremos en sus observaciones.

En todo caso, una fotografía, por buena que sea, no sirve para identificar una seta al cien por cien. Incluso aunque se vean muchas, en numerosas ocasiones quedan dudas. El mejor consejo es no consumir una seta si existe el más mínimo recelo sobre su identidad.

Después de la visualización de todas las especies de setas concluirá el artículo mostrando, de acuerdo con los conceptos explicados más arriba, dónde podemos esperar encontrar cada una de ellas.

1.    Agaricus campestris (Hongo puchero)


Incluida por PuraSierra en el artículo Las setas: Generalidades, hongos serranos más populares y toponimia.

2.    Agaricus macrosporus (Hongo puchero)

Fotografía original de Strobilomyces

3.    Agaricus xanthodermus

Fotografía original de Byrain

4.    Calocybe gambosa (Seta de reguera, Seta de San Jorge, Perrechico)

Fotografía original de Holleday

5.    Coprinus comatus (Matacandil)


Incluida por PuraSierra en el artículo Las setas: Generalidades, hongos serranos más populares y toponimia.

6.    Fomitopsis pinicola (Yesquero del pino)


Carente de interés culinario, es un hongo con muchas propiedades medicinales. Es analgésico, antibacteriano, activador del sistema inmunológico, protector del digestivo y tiene importantes características antitumorales.

7.   Gyromitra esculenta (Bonete)

Fotografía original de Tatiana Bulyonkova
Antaño comercializada en fresco y en conserva, sobre todo en los países de Europa Central, se ha demostrado fehacientemente que existen personas que no resisten su consumo. Muy cocinada parece que desaparecen casi todos sus efectos negativos. Aun así, es considerada universalmente una seta mortal y se desaconseja, por lo tanto, su consumo.


Fotografía original de Ron Pastorino (Ronpast)

Especie carente de interés culinario, aunque muy cocinada puede consumirse.



10.    Hygrophorus marzuolus (Marcera, Seta de ardillas, Marzuelo)

Fotografía original de Hans Valda (Scops)

11.    Marasmius oreades (Senderuela)



Fotografía original de Holger Krisp

13. Morchella esculenta (CagarriaColmenilla)


Incluida por PuraSierra en el artículo Las setas: Generalidades, hongos serranos más populares y toponimia.



Es una seta que los aficionados deberían conocer porque está considerada como mortal. Puede desarrollarse en casi todas partes y, aunque hay guías que sugieren formas de evitar su toxicidad, esta no es precisamente leve. Hay que evitarla en todos los casos.

15. Pleurotus eryngii (Seta de cardo)


Incluida por PuraSierra en el artículo Las setas: Generalidades, hongos serranos más populares y toponimia.


Utilizando como identificador de cada especie su nombre científico, la siguiente tabla muestra, a modo de conclusión, el tipo de terreno (ácido o básico) más favorable para la aparición de la misma. El color verde significa que es proclive al tipo de suelo que indica, mientras que el rojo implica falta de preferencia al terreno correspondiente. Las especies indiferentes edáficas presentan, lógicamente, color verde para ambos tipos de sustrato.

No vamos a entrar en este artículo en si la tendencia (que es lo que realmente refleja la tabla) es mayor o menor para unas u otras especies con respecto a algún suelo concreto. Sirva como ejemplo de lo que queremos decir que el buscadísimo perrechico (Calocybe gambosa), es mucho más abundante en terreno básico, pero también aparece con cierta facilidad en ácido. La no menos apreciada seta de cardo (Pleurotus eryngii) prefiere claramente el terreno calcáreo, pero no es imposible encontrarla en silíceo.


Terreno ácido
Terreno básico
Agaricus campestris


Agaricus macrosporus


Agaricus xanthodermus


Calocybe gambosa


Coprinus comatus
Fomitopsis pinicola


Gyromitra esculenta


Helvella leucomelaena


Helvella leucopus


Hygrophorus marzuolus


Marasmius oreades


Melanoleuca cognata


Morchella esculenta


Paxillus involutus


Pleurotus eryngii


Pleurotus ostreatus



Esta tabla ha sido completada empíricamente de forma casi absoluta. Es la observación a lo largo de muchos años, sobre todo en nuestras Sierras, la que ha aportado el mayor grado de conocimiento para poder realizarla. El que suscribe es un simple aficionado, sin estudios científicos en este terreno. Es posible el error, ante todo en algunas especies de las más inusuales por estos lares. Algunas guías publicadas en papel o en Internet, han ayudado a cubrir esos huecos. Hay que decir, sin embargo, que este tipo de información no se ofrece de una manera clara, existiendo contradicciones palmarias en ciertos casos.

Sigue pendiente en PuraSierra un artículo que completará esta pequeña guía indicando lo que micológicamente podemos esperar de cada zona serrana según la vegetación arbórea que pueda observarse en la misma. Se hará más adelante tanto para setas primaverales como para otoñales.

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2 comentarios :

  1. Buen artículo, el Pleurotus eryngii es indiferente a la acidez del suelo, siempre que exista el cardo corredor (Eryngium campestre) del cual se alimenta este hongo que es parásito facultativo, podremos encontrar sus setas, es el cardo corredor el que tiene preferencias edáficas, y no suele aparecer en suelos de composición granítica o pizarrosas, pero no el hongo, esto ocurre con otros hongos micorrizógenos o parásitos de algún vegetal en concreto, saludos

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    1. Muchas gracias por la aclaración. En realidad es el cardo corredor el que tiene preferencias básicas. El hongo va asociado a su raíz. En algunos sitios he leído que este puede aparecer ligado a otras plantas, pero no se si es cierto o no. Sin cardo corredor en su entorno yo no he visto nunca esta seta.

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